258 alumnos colaboraron junto al Banco de Alimentos de Navarra (BAN) en un proyecto interdisciplinar de Aprendizaje Servicio

22.00 kilos no desperdiciados.

Concienciación , solidaridad, conocimientos académicos y aprendizaje vital. Pero sobre todo gratitud ante la cantidad de personas que están dispuestas a donar alimentos y sorpresa ante la cantidad de gente que necesita de esta ayuda es la conclusión a la que los 258 alumnos de cinco centros de Pamplona (Jesuitas, Jesuitinas, Sagrado Corazón, Santa Catalina y Santísimo Sacramento) han llegado después de participaren un proyecto interdisciplinar durante el curso académico 2016-2017 en colaboración con el Banco de Alimentos de Navarra (BAN).

«No cabe duda de que la alimentación es uno de los grandes problemas de la sociedad actualmente», sentenció Juan Vicente, alumno de primero de Bachiller de Jesuitas, al presentar el proyecto en la mesa redonda ‘Aprendizaje solidario sobre el desperdicio alimentario’. En esta, trece alumnos contaron cual había sido su trabajo durante todo el curso y cómo habían colaborado con el Banco de Alimentos. El objetivo del proyecto era concienciar a lo alumnos sobre el desperdicio de comida. Para ello se llevo a cabo una investigación, se estudió el problema a través de las asignaturas de Lengua y Filosofía, se realizaron vídeos contando la experiencia y, sobre todo, la recogida de alimentos que realizaron zaron a finales de abril en 19 comercios con la participación de cerca de 300 alumnos y en la que consiguieron 22.000 kilos de alimentos.
«Disfrutamos de un gran día y vimos cómo al final las personas que menos tienen son las que más donan», destacó Sandra Martínez, alumna de !•de Bachiller de Jesuitinas sobre el día de la recogida. «Hemos podido ver que realmente si que hay personas solidarias en Pamplona», añadió. Los propios alumnos explicaron que esta experiencia les ha permitido no solo crecer como personas, sino también ver la realidad de un problema que existe en la sociedad. «Cuando pienso en pobreza lo primero que se me viene a la cabeza son países de África o países no desarrollados, me chocó muchísimo ver que aquí mismo, al lado de nuestras casas, hay personas que no tienen el dinero suficiente para tener una alimentación digna», contó Maria Aldaba, alumna de Jesuitas.
«Es muy fácil mirar a otro lodo y hacer como si no pasara nada, pero tampoco podemos engañarnos y está claro que tenemos responsabilidad sobre este asunto. Es verdad que a nivel individual es muy dificil hacer algo, pero se puede colaborar con este tipo de organizaciones y aportar nuestro granito de arena», concluyó Maria Aldaba.
Los asistentes a la mesa redonda recalcaron la importancia y la necesidad de llevar a cabo más proyectos como este para concienciar a la sociedad. Más cuando, como explicó Juan Vicente:
«Hemos hecho de este derecho fundamental y básico un negocio lucrativo al que no todo el mundo tiene acceso.ya que como se repitió en más de una ocasión, la solución al problema de la alimentación no es aumentar la producción, sino mejorar y hacer un reparto mas justo y equitativo de la comida.»
Para hacer frente a esto el BAN ayuda a través de recogidas de alimentos. En las grandes recolectas de noviembre y primavera recaudan cerca de 4,3 millones de kilos de alimentos, el 18-20% del total de lo que el BAN distribuye. El resto proviene de los excedentes de empresas agroalimentarias, de productores de frutas y hortalizas, principalmente. Así, según datos del propio Banco de Alimentos, se evita que 3,3 millones de kilos de alimentos perfectamente consumible se desperdicien.

(Fuente: DIARIO DE NAVARRA. Ana Chueca. 25/6/2017)