Un mundo de 100 habitantes.

(San Benito Ikastola)

images[13]Los valores solidarios hacia las poblaciones del mundo que tienen menos posibilidades, es el eje que ha guiado a estos escolares en su proyecto. Este grupo pretendía desarrollar valores como la convivencia, la justicia, el trabajo en grupo, el espíritu crítico y la inteligencia social y emocional. Para esto quisieron personalizar los fríos datos de las estadísticas creando un mundo de 100 habitantes en el que cada uno tuviera su propia voz y forma de vida. Cada país era, de esta forma, representado por el alumnado. Una vez que se realizó ese aprendizaje la acción solidaria tomó otro significado para las y los escolares. La planificación, organización y desarrollo de un mercado solidario adquirió un sentido más amplío que ayudar a gente de países más desfavorecidos con ayuda económica, la solidaridad era sentida más que entendida. En esta línea los aprendizajes estuvieron del lado de la convivencia del alumnado, del entendimiento mutuo a través de la escucha y de la reflexión personal, y de la intención de crear, en la medida de lo posible, una sociedad que adquiera compromisos y trabaje con intencionalidad solidaria.

Servicios realizados

Para poder interiorizar los aprendizajes sobre la vida en otros países cada escolar representaba un país y se encargó de buscar información sobre él para compartirla con las demás personas en la clase. Se realizó un mercadillo solidario con productos típicos de los distintos territorios que reportó unas ganancias que fueron entregadas a varias ONGs que trabajan por los países desfavorecidos. También se recaudó dinero con una exposición organizada y montada por el alumnado en la que se explicaban las costumbres de diferentes países del mundo.

Aprendizaje en la planificación del proyecto

– Organizarse y asignas tareas.
– Desarrollar el pensamiento crítico a través del respeto a la exposición de los pensamientos y opiniones de cada integrante del grupo.
– Saber buscar, ordenar y seleccionar la información necesaria.
– Conocer y practicar las reglas para una comunicación eficaz.
– Trabajar la reflexión personal y grupal.
– La solidaridad hacia los demás.
– Darse cuenta de la importancia y la necesidad del trabajo voluntario.

Aprendizaje en el desarrollo del proyecto

– Conocimiento de nuestra propia realidad; quienes somos, donde vivimos, qué instituciones tenemos y cómo están organizadas.
– Conocimiento de otras realidades; quienes son, cómo viven, dificultades que les surgen y las razones de estas y las instituciones que trabajan para paliar las consecuencias de esas dificultades.
– El trabajo de las organizaciones no gubernamentales.
– Cómo organizar una exposición.

Aprendizaje en la realización del proyecto

– Se aprendió cómo puede condicionar el hecho de nacer en un lugar u otro. Las consecuencias que esto conlleva no son elección de los habitantes de esos países. El pensamiento crítico ha sentado sus bases entre el alumnado a través de este proyecto.
– Valorar las facilidades que ofrece nuestra forma de vida.
– A través de un compromiso personal se puede ayudar a cambiar las situaciones más desfavorecidas.
– La caridad sí, pero ¿por qué no Justicia?

Coordinación y contactos

Diversas ONGs como son: UNICEF, Intermon, Inservida, Medicus mundi, Manos unidas…