Los chicos y chicas del coro… de Solokoetxe

12.solokoetxe.biz_10073_1LA CORAL DE BILBAO PONE EN MARCHA UN PROYECTO LLAMADO ‘ESKOLAN KANTARI’ EN EL COLEGIO PRESENTACIÓN DE MARÍA PARA ACERCA EL CANTO A LOS COLEGIOS

PARA mí, afectivamente, este es un trabajo de 10, muy gratificante”. Le brillan los ojos cuando pronuncia estas palabras a Emma López, una profesora de música que se ha embarcado en un bonito proyecto, integrador, solidario y educativo, puesto en marcha por la Sociedad Coral de Bilbao en el colegio Presentación de María de la capital vizcaina. Desde el pasado mes de octubre acude todos los miércoles una hora y cuarto al centro escolar para dirigir un pequeño coro. “Cuando llego me achuchan un montón”, dice orgullosa. Semejante recibimiento le hacen los más de treinta niños y niñas del colegio que forman parte del coro. Esperan la llegada de Emma como uno de los acontecimientos más importantes de la semana. Para la mayor parte de ellos es la única actividad extraescolar que realizan, ya que ni el colegio tiene recursos para ofertarlas ni las familias pueden permitírselo. Así que nadie falta. Todos quieren aprender, aunque ello les suponga un gran esfuerzo porque carecen de conocimientos reglados de música. “Se tienen que aprender de memoria las letras y la música”, advierte Emma. Pero no les importa. Lo que ellos quieren es cantar como los ángeles o como Beyoncé. Este es el caso de Joseline, una joven de 15 años de origen colombiano que aspira a salir algún día en un programa musical de la televisión. El coro, que todavía no tiene nombre, refleja el crisol de culturas del colegio donde conviven algo más de 250 alumnos de más de 20 nacionalidades.

La idea de poner en marcha esta iniciativa, que se denomina Eskolan Kantari y está patrocinada por la empresa Ingeteam, surgió de una conversación entre Iñigo Alberdi, gerente de la Sociedad Coral de Bilbao, y Estefanía Garaizar, profesora del colegio Presentación de María. En un momento dado vieron que podían hacer converger dos objetivos. Por un lado, “acercar” el canto a diferentes centros educativos de Bilbao, algo que la Sociedad Coral pretendía hacer con motivo de su 130 aniversario, y por otra parte, “suplir” la carencia de actividades extraescolares del colegio. “Nuestros niños no tienen muchas oportunidades”, señala Estefanía. Así que unieron fuerzas. Decidieron dar el paso tras ver que “en un primer tanteo” el proyecto iba a tener éxito. Efectivamente, se apuntaron 43 alumnos de edades comprendidas entre los 9 y 15 años. “Lo primero que tuvimos que hacer”, cuenta Estefanía, “fue acotar la edad para poder entrar en el coro porque, al ser una actividad fuera del horario escolar, y al tener que ir solos a casa podía haber problemas”. Por eso decidieron que únicamente tendrían cabida en el coro los alumnos comprendidos entre 3º de Primaria y 4º de la ESO.

CANCIONES

Puestas las bases del coro, llamaron a la puerta de Emma López, profesora y directora del coro de adultos y de otro formativo de la Coral de Bilbao. “Dije que sí porque siempre hay tiempo para decir que no, y además hay que empezar cosas nuevas”. Estas son las razones que le movieron a Emma a aceptar el encargo. Y no se arrepiente. “Estoy encantada, es muy gratificante”, repite, aunque reconozca que el trabajo en este coro “es muy distinto” al que lleva a cabo en otro infantil de la Sociedad Coral. “Aunque son edades parecidas, allí los niños van a aprender música y el coro es una asignatura más, y aquí, en el colegio, es una actividad voluntaria que quien viene es porque quiere cantar”. Otra diferencia sustancial es que los niños y niñas del coro de este colegio bilbaino ubicado en Solokoetxe “no saben música y tienen que aprender de memoria”. Por eso, Emma comenzó poco a poco, “con canciones muy cortas”. Eso sí, “canciones de todo el mundo; no me limito a canciones en castellano”, advierte Emma. Y como botón de muestra, interpretan siempre que pueden la canción Vois sur ton chemin, pieza musical clave de la película francesa Les choristes, traducida en el Estado como Los chicos del coro y en Hispanoamérica como Los coristas. Esta entrañable canción está incluida en su repertorio por el empeño que puso en su día uno de los jóvenes componentes del coro nacido en Guinea Bisau.

Transcurridos los meses desde que arrancó el coro, Emma ya puede afirmar que “hay algunos y algunas que tienen unas cualidades fantásticas”. Eso le anima a seguir trabajando con este heterogéneo grupo que ha demostrado “que tiene muchas ganas de aprender”. La prueba es que “la mayoría tiene una asistencia muy regular”. De hecho, de los 43 alumnos que se apuntaron inicialmente, sólo 6 han desistido. “Y lo han dejado”, apunta Estefanía, “porque esto es muy exigente, tienen que aprenderlo todo de memoria”, insiste.

Todos los que forman parte del coro se deshacen en elogios hacia Emma, su directora. “Es muy buena”, dicen, “estamos aprendiendo mucho”. Este es uno de los grandes objetivos de la Sociedad Coral con Eskolan Kantari. “Con este proyecto”, señala Iñigo Alberdi, “queremos que a través del canto coral los niños descubran una nueva experiencia y se enganchen a una actividad con gran tradición en esta tierra”. Los del coro de Solokoetxe ya lo están consiguiendo. Es más, según comenta Estefanía, “la mayor preocupación de los mayores del coro, los que acaban este año la ESO, es si el año que viene van a poder continuar”. Ya les han dicho que sí porque el coro tiene muchos retos pendientes. En estos momentos se están preparando para participar en el gran concierto final de curso que la Sociedad Coral organiza en el salón de la iglesia del Carmen de Indautxu, allá por el mes de mayo. Allí se darán cita todos los coros, que son muchos. Actualmente, la Coral cuenta con un coro infantil, otro juvenil y uno de adultos. Además están los coros formativos del Conservatorio de la Sociedad Coral que cuenta con 350 alumnos. Según los datos que aporta Iñigo Alberdi, “en total tendremos unos 450 niños en los diferentes coros”.

En esa cifra están incluidos todos los niños y niñas del coro del Colegio Presentación de María, un centro regentado por la comunidad religiosa Hijas de la Cruz que realiza su labor docente en Bilbao desde 1859. “Fue el primer colegio femenino de la capital vizcaina”, apunta Estefanía Garaizar.

Los nuevos tiempos han marcado la evolución de los 158 años de historia que tiene el centro. Nació en la calle Ronda del Casco Viejo para dar cobijo a las mujeres desamparadas, a las que también se les impartía formación, y hoy en día desarrolla un moderno sistema educativo sobre un alumnado multicultural donde más del 50% son de origen foráneo, sobre todo de Bolivia, República Dominicana, Colombia, Venezuela y países africanos como Angola, Costa de Marfil, Guinea o Senegal. “Como todos son diferentes”, señala Estefanía, “nadie se siente fuera de lugar”. Para los profesores, “todo esto es muy gratificante, hemos aprendido mucho de ellos”. Unos alumnos que quiere destacar Estefanía que “son muy agradecidos y respetuosos”. Ver un ensayo del coro confirma todo lo que dicen de ellos.

 

(Fuente: JOSÉ BASURTO/ DEIA/ 5/2/2017)